Pensamientos sobre la felicidad
El estado de ser feliz es interesante. Podemos decidir si
estámos felices o no, y también podemos decir por qué estámos felices en el
momento.
Además, nos sentimos que esa felicidad actual es real y viene del interior o es
algo superficial.
Por ejemplo: Un soldado ve a sus familiares por primera vez
en mucho tiempo
La felicidad de esa situación es muy profunda y emocional. Muchas veces más
fuerte que la felicidad que viene de comprar ropa en un domingo.
En mi opinión, un individuo puede acostumbrarse mucho más fácil a la felicidad
superficial que a la felicidad real. Esto significa que hacer algo superficial
(por ejemplo: comprar) nos hace menos feliz por la centésima vez que por la
primera.
¿Por qué? Porque ya no es un estímulo nuevo. Sabemos que va a pasar, también
sabemos el sentimiento muy detalladamente. Ya no nos hace curioso.
¿De que depende ser feliz?
De ser triste. No existe la felicidad sin la tristeza. No existe el bueno sin
el malo.
¿De dónde sabe uno que está feliz sin sentirse triste anteriormente?
Si una persona siempre está triste y le pasa algo positivo pero muy pequeño, va
a sentirse muy feliz.
Pero si uno siempre lo tiene todo (físicamente y emocionalmente también) y le
pasa esta misma cosa pequeña, entonces no va a sentirse nada. Porque ya está
acostumbrado a esto.
¿Cómo podemos alcanzar la felicidad real?
Creo que este tipo de felicidad vive en nuestro alma. Solo hay que mirar dentro
de si mismo y buscarla.
Hay que darse cuenta de que ser feliz es una opción. Se puede ser feliz sin
tener nada. Porque dentro, todo el mundo lo tiene todo.
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